19 May -El ajuar del Gato en Casa
Antes de la llegada del gato a casa deberíamos tener preparados una serie de objetos que son su ajuar.
Estos son: un transportín para su traslado, un cuenco para la comida, otro para el agua, un pienso de calidad, una camita, un rascador, el arenero, la arena y pala, algún juguete, malta para el pelo, el peine y un cortaúñas:
El Transportín:
Indispensable para el traslado de nuestro gato. En él no hay posibilidad de que se escape. Siempre con cuidado controlando la temperatura interior de este. No hay que sacar al gato a la calle sin transportín nunca, por el peligro que conlleva, ya que hasta el gato más bueno y más tranquilo puede asustarse de cualquier ruido en la calle y salir corriendo asustado.
Los mejores son los de plástico duro, ya que pueden lavarse y desinfectarse bien, en el caso de que el gato orine, vomite o defeque dentro en los traslados casi siempre al veterinario, y el gato va cómodo y protegido dentro. Los transportines de tela no sólo son difíciles de desinfectar, sino que además los gatos tienen más ansiedad dentro, al no tener espacio para poder ponerse de pie y darse la vuelta. Esto debe ser posible siempre. Por esto debemos comprar los transportines teniendo en cuenta que el gato va a crecer y tiene que servirle cuando sea adulto. Demasiado a menudo se compran transportines aptos para cachorros que no lo son para gato adulto.
Para que durante los traslados no se ponga tan nervioso, solo habría que tapar el transportín con una tela para que el gato no vea el exterior.
El Grupo de Voluntariado de Adopciones Felinas Valencia realiza de modo artesanal Fundas Relax para transportines, cuyo coste son 10 euros que van destinados a los gastos veterinarios de los gatos acogidos. Lleva ranura para el asa y cierre con automáticos por debajo para que no la levante el aire al ir por el exterior. Es lavable, y seca rápidamente. Se puede contactar con ellos y realizan envíos por correo. La ayuda así es doble: ayudamos a nuestro gato a bajar su estrés en los traslados, y ayudamos a los gatos del grupo de adopción.
Cuencos de comida y recipientes de agua:
El agua debe estar siempre limpia y a su libre disposición. El gato es un animal que suele beber poco, por lo que lo mejor es que disponga de dos recipientes con agua, en dos lugares de la casa que sean de paso para él.
Es muy recomendable la utilización de una Fuente Eléctrica de agua, además de un cuenco, ya que el agua que está en movimiento es mucho más apetecible para él, y de este modo beberá más y se minimizan los problemas renales que el gato es tan propenso a padecer. Es importante que sean fuentes con reservorio de agua, para que en el caso de que se vaya la luz o se desenchufe, el gato no se quede sin poder beber.
Las más habituales son de plástico, aunque es preferible adquirir una fuente eléctrica que sea de cerámica. Son más caras pero son totalmente silenciosas y no necesitan filtros de recambio, y se pueden utilizar con gatos que padecen Acné Felino o son alérgicos.
En relación a la comida se le evitará dar comida casera. Se recomienda darle pienso especial para cachorros hasta el primer año de vida, ya que a ésta edad necesitan más proteínas y un alimento adecuado a su crecimiento. Su sistema inmunitario se está formando y si está bien nutrido necesitará menos visitas al veterinario.
También existe la comida blanda o húmeda de la que no debemos abusar. Se le puede dar una pequeña cantidad diaria, o día si día no, pero la base de su alimentación debe ser un buen pienso.
Los gatos suelen regular por sí mismos las cantidades a comer, no obstante hay que vigilar por si no tuviera apetito o lo tuviera en exceso, con lo que acudiríamos al veterinario.
Los piensos de gama alta y piensos sin cereales, indicados para cada edad y estado de salud, son los más adecuados aunque sean algo más caros, ya que lo que nos cuesta de más (imperceptible la diferencia de gasto en alimentación de un gato al mes), lo ahorramos luego en veterinarios.
Actualmente hay una amplia gama de piensos con proteína animal apta para consumo humano, y sin cereales, que pueden adquirirse online y en tiendas especializadas, y es sin duda la mejor opción.
Para evitar el Acné Felino lo mejor es que los recipientes de agua y comida sean de acero inoxidable, cristal o cerámica. El plástico o la melamina provocan Acné Felino en gatos propensos a padecerlo.
Los cuencos con sistema antivuelco son más recomendables, ya que a veces pueden volcarlos jugando. Los cuencos dobles no suelen ser cómodos, ya que el agua debe vaciarse cada día y limpiar bien el cuenco para evitar posos, y si el cuenco contiene comida resulta farragoso.
La camita:
Habrá que ponerla en un lugar donde no haya corriente de aire. Tiene que ser cómoda y lo suficientemente grande para que quepa cuando se haga adulto. Debe estar cerrada por tres partes mientras el gato sea cachorro, es decir, un igloo. En invierno disfrutarán del igloo tanto cachorros como gatos adultos. Hay que mantenerla limpia y confortable ya que el gato pasará la mayor parte del día durmiendo.
Seguramente elegirá cualquier otra parte de la casa como el sofá o la cama de sus personas. Lo mejor será esperar a ver qué lugar elige el gato como su preferido, y colocar su cama en el lugar que él haya elegido, y dormirá en ella sin problemas. Encima de nuestra cama o encima del sofá metidito en su cuna. El gato es un animal que raras veces estará en el suelo, por lo que una cuna en el suelo no suele dar resultado porque no la usan.
Si ponemos dentro de la cuna en verano una tela de algodón suave, y en invierno una mantita, será esto lo que iremos lavando y no tendremos que meter la cuna entera en la lavadora. De este modo, nos durará más tiempo en buen estado, y el gato siempre descansará en un lugar cómodo y limpio.
El rascador:
Los gatos necesitan arañar en sitios determinados para dejar sus feromonas de calma, sus marcas y afilar sus uñas. Pondremos como mínimo un rascador en casa, y le enseñaremos a rascar en él si no sabe usarlo. Habrá que llevarlo a él cada vez que rasque en otro lugar y rápidamente lo entenderá. Esta acción tendremos que repetirla durante varios días. Los hay de varios tamaños, y un error que suele cometerse es comprar rascadores de bebé para que los utilicen los gatos adultos. Y obviamente no lo hacen.
Lo más adecuado es comprar un rascador de poste, lo más alto y estable posible (mínimo 0,70 de alto para gatos adultos), y además un rascador-mirador, que colocaremos al lado de una ventana para que el gato pueda escalarlo y divisar el exterior, tumbándose a dormir y tomar el sol en él. De este modo, le proporcionamos dos objetos que cubren necesidades básicas de su etología.
La colocación del arañador o rascador es importante. Debe colocarse cerca de donde el gato duerme o en un lugar de paso para él, ya que se estirará en él cuando se despierte y cada vez que salga a recibirnos, mostrando alegría. Habitualmente en el salón y en su lugar de descanso. Los rascadores colocados en las zonas sociales de los humanos son los que más utilizan los gatos.
Algunos gatos prefieren arañar sobre superficies horizontales, por lo que una alfombra de yute o esparto será perfecta para que la usen.
Si se tienen varios gatos, es súper importante que el rascador de plataformas (desde el que otearán el exterior a través de una ventana protegida, y les servirá para tomar el sol, jugar, estirarse, dejar sus feromonas y estar distraídos) disponga de tantas plataformas en la parte superior como gatos haya en la casa. De este modo no habrá conflictos para ocupar la parte superior, que es la plataforma más privilegiada.
También puede añadirse más espacio vertical colocando cunas de ventana, de las que se colocan con ventosas en los cristales, al lado de la última plataforma del rascador, para que los gatos elijan dónde colocarse y no haya conflictos.
El arenero:
Los areneros son de plástico, muy fáciles de lavar y desinfectar, y afortunadamente cada vez hay más modelos, lo que nos ayuda a conseguir el que más se adapta a nuestro gato o gatos y nuestro hogar.
En cuanto a su forma, hay rectangulares, ovalados y con forma de esquina. Los esquineros suelen ser más cómodos para las personas, pero lo son menos para los gatos, al tener menos espacio dentro para poder darse la vuelta con facilidad.
Respecto a su estructura:
Hay de bandeja abierta con bordes que evitan que se vierta la arena (estos son los que más suelen gustar a los gatos).
Otros son cerrados con tapa, con puerta de vaivén de apertura por la parte delantera, con los que siempre aconsejo retirar la puerta de vaivén, que hace que el gato se sienta demasiado encerrado, que el olor dentro esté demasiado concentrado, y que en el caso de ser varios gatos en casa, exista la posibilidad de posibles acorralamientos bloqueando la puerta. Todo ello, simplemente quitando la puerta, se soluciona.
Y los más novedosos, que tienen la entrada por la parte superior (estos son muy utilizados en hogares donde también hay perros, ya que impiden que el perro se coma las heces del gato, al no poder acceder fácilmente).
En su interior se pondrá arena absorbente (la que más suele gustar a los gatos es la Aglomerante), y hay variedad de ellas para elegir. La ventaja de ésta arena es que no es necesario tirar toda la arena cada vez que se limpia el arenero, ya que con una paleta calada se retira la parte sucia que se queda compacta, y el arenero se mantiene siempre limpio.
La ubicación del arenero es muy importante. Debe colocarse en un lugar apartado de la comida, del agua y de la zona de descanso. No debe colocarse al lado de lavadoras o zonas de mucho ruido como balcones, o que puedan asustar al gato mientras lo usa, y no se debe ir cambiando de lugar.
Hay que limpiarlo a fondo con lejía una vez a la semana o cada 15 días. Las heces y la orina deben retirarse cada día.
En el caso de areneros cerrados, no deben medir menos de 0,40 de ancho x 0,40 de alto y 0,50 de profundo. Un tamaño menor es insuficiente para un gato o gata adultos, y acaba provocando problemas de eliminación inadecuada e infecciones de orina.
La arena:
Hay diversos tipos de arena.
La arena de Sepiolita, es la habitual en los supermercados y la más barata, y al mismo tiempo es la que peor huele y la que hay que cambiar en su totalidad como mucho cada semana, aunque se limpie cada día, ya que acumula mucho olor y orina. También suelta muchísimo polvo. En el caso de elegirla, mejor sin olor porque no suele gustar a los gatos. A la larga sale cara al tener que cambiar la totalidad de la arena cada pocos días.
La arena aglomerante de bentonita es más cara, pero sale a la larga mejor de precio porque sólo se tira la parte manchada, y el resto de la arena queda limpia y se renueva. La bentonita tiene un tacto muy suave al ser muy fina, y suele ser del agrado de la mayoría de los gatos. Mejor que sea sin olor, o de un olor muy suave. Para que su uso salga muy rentable es necesario utilizar para la limpieza del arenero, una pala calada para las heces y las pelotas de orina formadas, y otra pala lisa para separar del fondo o las paredes del arenero la arena que haya quedado pegada. De este modo, no quedará ni un solo resto de arena sucia en su interior.
Hay también arena de cristales de sílice, que va acumulando la orina y sólo hay que retirar las heces cada día. Cuando toda la arena está amarilla, se tira todo el contenido del arenero, y se cambia entero por otro saco nuevo. Algunos gatos tienen alergia a esta arena, porque sale bastante polvillo cuando la usan, y en ocasiones por la forma de los cristales es algo agresiva para las patitas de gatos sensibles o cachorritos.
Y por último está la arena vegetal que es de virutas de madera, aglomerante. Esta arena es biodegradable, puede desecharse en el Wc, y apenas huele la orina. Su uso es muy similar al de la arena de bentonita. El inconveniente de esta arena es que pesa muy poco y se queda entre los dedos de los gatos, y acaba esparcida por alrededor del arenero o sus cercanías.
Juguetes:
El gato es un animal curioso y cazador por excelencia, por lo que cualquier objeto que se mueva o haga ruido, despierta en él su curiosidad y su instinto cazador. Bastará con una bola de papel de aluminio o una cañita con una goma elástica y al final una pluma o pelota.
Sin embargo, para mantener la curiosidad del gato cubierta, hay que ir rotando los juguetes, es decir, guardamos algunos y sacamos otros, para que cada semana haya novedades y sigamos cubriendo su curiosidad innata.
Muchos de los juguetes para gatos llevan dentro CatNip, una sustancia que a algunos de ellos les estimula al juego. No todos los gatos son sensibles a esta planta, y con los que sí lo son, hay que guardar estos juguetes cuando terminan de jugar, y volver a sacarlos en otra ocasión, para que no les estimule demasiado.
Respecto al uso del puntero láser para jugar con los gatos, es adecuado hacerlo siempre que el juego se acabe proporcionando al gato una «presa» que ha conseguido «cazar» persiguiendo el puntero. Se le puede ir dirigiendo poco a poco con el puntero hasta un lugar en el que hayamos escondido algunas chuches, y que acabe el juego de persecución obteniendo una presa. De otro modo, el gato puede acabar frustrado porque sólo persigue y nunca caza.
Hay múltiples tipos de juguetes para gatos que se pueden comprar, y otros muchos que se pueden hacer por uno mismo. Cada gato tiene sus preferencias, por lo que hay que ir probando hasta encontrar los que más le gustan.
Mucho ojo con:
Habrá que tener especial cuidado con las bolsas de plástico, ya que por su curiosidad les gusta meterse dentro, con el peligro que ello conlleva, de posibles asfixias y enganches en las asas. En el caso de dejarles bolsas para jugar, siempre hay que cortar las asas previamente.
También es importante vigilar el tambor de la lavadora antes de ponerla en marcha, los huecos de los armarios, y en invierno las estufas y radiadores, para evitar accidentes desafortunados.
Y súper importante saber que uno de los accidentes peligrosos para un gato es que se coma una goma elástica, cinta larga, hilo largo o cualquier cuerpo lineal fino. Por ello hay que guardar siempre este tipo de juguetes cuando no estemos jugando nosotros con él. Nunca dejarlo a su libre acceso. Cuando se ingiere, si no se vomita, puede dar lugar a una obstrucción intestinal que a muchos les cuesta la vida.
Juguemos con él, sí, pero tengamos cuidado con los peligros de los que nosotros somos conscientes y ellos no.
Peines:
Dependiendo del tipo de pelo del gato se utilizará un tipo de peine u otro, y se le cepillará con más frecuencia o menos. Hay que acostumbrarlos desde el principio, y les gustará.
A los gatos de pelo largo se les debe cepillar cada día, y los de pelo corto es suficiente una vez por semana, excepto en las épocas de muda de pelo entre primavera y otoño, que será más a menudo para evitar que ingieran demasiada cantidad de pelo y tengan problemas gástricos.
No hay que forzar al gato al cepillado, sino que debe verlo como algo muy agradable que le hace compartir un momento especial con su persona. Hay que cepillar cuando esté tranquilo, sin moverlo del sitio en el que esté tumbado, y en momentos de relax, hasta el punto en el que el gato disfrute. Cuando muestre incomodidad o desagrado, se para y se continúa en otro rato.
Cortaúñas:
Se le cortarán las uñas más o menos una vez cada quince días si se trata de un cachorro. Si es un gato adulto, con una vez al mes es suficiente.
Si se es inexperto, es mejor acudir al veterinario y que nos enseñe cómo hacerlo. Siempre sólo la puntita de cada uña de las patas delanteras, sin rozar siquiera la parte rosadita de dentro para no hacerles daño.
Se debe acostumbrar al gato a cortar uñas desde el principio, en cuanto el gato confía en nosotros, siendo para él un momento de cuidado y atención, sin forzar, mientras está dormido sin moverle del sitio.
Si se deja cortar sólo unas pocas uñas y no todas a la vez, se le cortan las que quedan sin cortar en otro momento. Tiene que verlo como un hábito agradable, que tiene como objetivo que no se quede enganchado al andar o al jugar en las telas de sofás, camas o alfombras de la casa, y que no crezcan demasiado, ya que en ocasiones si crecen en exceso acaban clavándose en las propias almohadillas, enquistándose y produciendo una grave infección.
Malta para gatos:
Se les acostumbrará desde el primer momento a la malta para gatos, para evitar que se acumulen bolas de pelo en su estómago y acaben provocando vómito o retenciones digestivas.
En época de muda de pelo de primavera a otoño se le dará una dosis diaria de malta. Durante invierno será suficiente una vez por semana excepto en gatos de pelo largo.
Se intentará dar la malta directamente del tubo, o en nuestro dedo y que la chupe, o dentro de su cuenco de pienso, o mezclada con su comida húmeda. Si no es posible de ninguno de estos modos, se le pondrá en una de sus patas delanteras, como una pincelada, y el gato para lavarse la chupará. La gran mayoría de los gatos se tomará la malta de gatos con alguna de estas estrategias.
Para los gatos que de ninguno de estos modos se toman la malta, existen snacks con malta para gatos, que son menos efectivos, pero sirven para los gatos que no toleran la malta y no es posible dársela. De este modo con los premios sí la toman y les ayudamos con el paso del pelo por sus estómagos.
Protecciones en Accesos exteriores:
Antes de la llegada del gato hay que tener en cuenta que en cualquier hueco por donde quepan sus bigotes, entrará él, siendo esto especialmente peligroso en gatos recién llegados.
Deberemos tener bien controlados todos los huecos y ventanas, se deben tener colocadas mosquiteras o redes gateras para evitar sustos y accidentes mortales.
Las mosquiteras pueden ser correderas, enrollables, extensibles, de apertura vertical y horizontal, hay gran variedad de ellas y siempre pueden encontrarse soluciones.
También se pueden colocar bastidores de madera con mallas metálicas o red gatera, que se atornillan al hueco de las ventanas.
En los balcones deben colocarse redes gateras o mallas metálicas de suelo a techo, y en las terrazas red gatera en el perímetro completo, para evitar accidentes, caídas, atropellos y muertes.
Igualmente si se trata de un hogar cuya puerta es de acceso directo a la calle y la calzada, debe habilitarse una puerta o celosía intermedia en la entrada, para que el gato no pueda acceder directamente al exterior y accidentarse en cualquier descuido.
Si el gato va a vivir en un hogar con jardín, al igual que en un ático con terraza, existe la posibilidad de construir un Catio (lugar en exterior totalmente cercado, con acceso desde puerta o ventana, que permite al gato disfrutar del aire libre pero sin posibilidad de accidentes). Se pueden encontrar muchos tipos navegando por internet, que darán ideas para que nuestros gatos disfruten y aumenten su calidad de vida.
En muchas ocasiones podremos colocar las redes gateras nosotros mismos, e incluso fabricar las mosquiteras de modo fácil y económico. En otros casos, existen empresas que colocan tanto redes de protección como mosquiteras. Ambas protecciones son imprescindibles en un hogar con gatos.
Si les quieres, les proteges.
SU LUGAR DE SEGURIDAD:
Cuando el gato ya esté en casa, hay que acomodarlo en una sola habitación con todo su ajuar, y dejarlo que investigue y se habitúe al espacio.
No es aconsejable dejarle toda la casa abierta de golpe, ya que lo que conseguiremos es crearle inseguridad y tenerlo escondido más tiempo. Es mejor ir abriéndole nuevos espacios conforme se va acostumbrando a los anteriores.
Si hay niños en casa, debemos instruirles acerca de la manera de coger a un gatito, ya que durante las primeras semanas de vida de un gatito, éste tiene una gran inseguridad y se agarra a cualquier objeto o persona con las uñas sacadas, de modo que podría sin intención arañar a los pequeños de la casa. En el caso de ser un gato adulto (una opción mucho más adecuada para hogares con niños), también hay que enseñarles a respetar sus espacios, sus costumbres y su modo de ser.
Siguiendo estas pequeñas instrucciones conseguiremos un gato alegre, sano, con toda su curiosidad y vitalidad. Solo nos queda disfrutar de sus momentos de juego y mimos, y verlo vivir feliz. Seguro que nos arranca más de una sonrisa y ternura a lo largo de su vida con nosotros.
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