Hogar multigato desde los 18 años hasta la actualidad.
Psicóloga Clínica y Consultora Felina.
Voluntariado en Protectoras de animales.
Casa de acogida de gatos permanente.
Gestora de colonias de gatos ferales.
Formada en cursos de especialistas felinos, online y presencial.
Fundadora del grupo de voluntariado “Adopciones Felinas Valencia”.
Gestión de las Acogidas y Adopciones de centenares de gatos desde 2010.
Maquetación y artículos divulgativos en la Revista Online “Adopciones Felinas Valencia”.
Socia honorífica de la Asociación Colonias Felinas Valencia Ciudad y Pedanías.
Charlas divulgativas sobre Tenencia Responsable y pautas de presentación de gatos.
Talleres de Buenas prácticas en la entrega de gatos en adopción.
Mi nombre es Pura, y siempre he sentido fascinación y un enorme vínculo con los gatos.
Desde los 18 años hasta la actualidad, en cada cambio de fase de mi vida, ha aparecido una gata que ha decidido ser mi compañera, mi apoyo y mi guía.
Mientras fui pequeña nunca pude tener gato en casa, pero al cumplir mis 18 años, el azar, el destino, o llamémoslo como queramos, quiso que pudiese traer a mi vida a mi primera gata. Mi regalo al cumplir la mayoría de edad tendría que haber sido una joya que me recordase el momento y me durase toda la vida, que era lo previsto, pero conseguí dar el cambiazo (ese mismo día) por otra “joya”, una gata Angora blanca de ojos dispares, que estaba en venta en una tienda de animales de camino al Instituto, y me enamoró unas semanas antes.
Niki entró en mi vida, y ya jamás he dejado de estar rodeada de gatos. Fue mi mayoría de edad, y el comienzo de esta aventura mágica en la que mi vínculo con ellos durará para siempre.
Ese mismo año, pocas semanas después, comencé mis estudios universitarios como Psicóloga, especializándome posteriormente en Psicología Clínica, y ha sido (y sigue siendo) mi profesión durante 28 años. Mi interés por proporcionar Ayuda y Asesoramiento a las personas con cualquier tipo de problema emocional, unido a mi vínculo con el mundo felino, ha dado lugar a que también desde hace 12 años proporcione mi Ayuda y Asesoramiento a los gatos que lo necesitan, y a sus personas, ya que sin ayudar y entender a la persona, no es posible ayudar y entender al gato.
Niki me acompañó en toda mi vida universitaria y los primeros años de mi vida profesional (junto a otras dos gatitas de lo más adorables, Cora y Candy), y cuando me emancipé y tuve mi propia casa, apareció de nuevo en mi vida otra gata, que volvió a cruzarse en mi camino, para acompañarme en mi nueva etapa fuera del seno familiar.
Pimba, una preciosísima y súper especial gata tricolor, me eligió, me siguió, me pidió bracito, y fue mi fiel compañera durante otros 16 años. Era una gata que deseaba ser gata única, y por supuesto yo respeté su deseo. Cada gato tiene unas necesidades, y el vínculo es más fuerte cuanto más las respetas. Ningún ser vivo te enseña más respeto que el gato.
El fallecimiento de Pimba volvió a coincidir con otra nueva etapa en mi vida. Esta es la misión de cada gato, acompañarte en tus fases, ayudarte y estar contigo de modo incondicional, hasta que esa fase acaba.
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En esta nueva fase, de ella hace ya 12 años, llegan a mi vida dos maravillosas gatas adultas que adopté en dos Protectoras, formando un tándem perfecto. Con ellas me introduje en el mundo del voluntariado en protectoras, la gestión de grupos de adopción, los rescates de gatos abandonados o heridos, los cuidados de colonias de gatos ferales, y por supuesto empecé a formarme en cursos online y presenciales de especialización felina. Encontrarme con Laura Trillo, de Terapia Felina, fue justo lo que necesitaba para afianzarme en mi visión acerca de cómo son los gatos, y cómo ayudarles. Respeto. Empatía. Aceptar que son perfectos tal y como son.
Ágata y Gala, mis dos adultas adoptadas, me ayudan con cada gato acogido nuevo, con cada camada huérfana rescatada, con cada día en el que soy yo quien necesita apoyo, con su fortaleza, sus trastadas, sus ronroneos y sus miradas cómplices. Ellas sostienen a toda la familia felina con quien convivo, y a quienes tampoco he elegido, sino que han decidido acompañarme en este viaje. Balú, Tata, Alma, Sarah… y las decenas de gatos acogidos, enfermos física o emocionalmente, que cada año pasan por mi casa en su fase de recuperación, para poder encontrar su hogar definitivo.
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Actualmente gestiono el Grupo de voluntariado de “Adopciones Felinas Valencia”, y ayudo a unos 100 gatos cada año, entre los rescatados, los que ya había en cada casa de acogida, los que viven en casa de los adoptantes, y los casos que me llegan a la Consultora.
Afortunadamente, puedo ir devolviendo a cada uno de ellos todo lo que han ido aportando a mi vida. Puedo ayudarles a encontrar un hogar apto, a que sus personas les entiendan mucho mejor, a difundir cómo hacerles la vida más grata y más larga, a reforzar o fomentar el vínculo con sus personas, a que se les quiera y se les acepte tal y como son, con Amor incondicional.